No trabajamos en base a colecciones. Constantemente vamos lanzar nuevos productos según las necesidades que se vayan creando. Trabajamos en cantidades según la venta, es decir que a medida que se van vendiendo, las vamos reponiendo para no quedar con un sobre stock y así las personas compran de manera consciente y no impulsiva, porque no tenemos descuentos de temporada.

Nuestra papelería está hecha para que la plantes. Las etiquetas que cuelgan de la ropa están hecho en base a otros papeles y semillas en su proceso, para que en vez de botarlo o reciclarlo, lo plantes y salgan diferentes vegetales como por ejemplo tomates. Además, el papel que envuelve la ropa dentro de la caja es compostable y la caja misma está hecha de cartón reciclado.

Cuando empezamos con la idea de hacer ropa, quisimos usar telas recicladas, pero no encontramos a alguien en Chile que lo hiciera, por lo tanto la huella de carbono que se produce al importar todos esos géneros era enorme, entonces era contradictorio a lo que queríamos hacer. La solución que encontramos es que los materiales que usamos son hechos en Chile y de buena calidad, lo que baja nuestro impacto ambiental y al ser duradero no generamos desechos de más.